El petirrojo es símbolo de buena suerte, esperanza, prosperidad, felicidad y cambios positivos que llegan con la Navidad.
En esta obra me interesa mostrar la importancia de la paz interior.
En medio de un mundo lleno de turbulencia y guerra, el líder domina su propio ser, observa con calma y piensa antes de actuar.
Mi obra es una invitación para que cada uno de nosotros encuentre su propia fórmula, para lograr su equilibrio, hallando la forma de hacer las cosas que nos permiten estar más alineados a lo que queremos y soñamos.